Según Estefanía Ramo, diplomada en Nutrición y Dietética y Licenciada en Tecnología de los Alimentos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), los grupos de alimentos indispensables en esta cuarentena son:
- Cereales: harina, arroz, pasta, pan precocinado congelado o elaborado casero, cereales de desayuno enriquecidos en hierro y copos de avena, ambos sin azúcar añadido.
- Legumbres: garbanzos, lentejas, judías pintas y judías blancas, todos ellos frescos o en conserva, guisantes congelados o en conserva, quinoa fresca, edamames congelados.
- Verduras y hortalizas: en conservas o congelados como, por ejemplo, espinacas, acelgas, judías verdes, zanahorias, cardo, calabaza, menestra de verduras, patatas y tomate entero o triturado al natural; cebolla y cabezas de ajo crudos; purés de verduras envasados bajos en sal.
- Frutas y frutos secos: conservas al natural de piña y melocotón, fruta deshidratada o confitada, mermeladas, papillas de fruta y zumos sin azúcar añadido esterilizados; frutos secos naturales o ligeramente tostados, como nueces, almendras, avellanas o pistachos.
- Carnes y productos curados o en salazón: pata de jamón serrano o loncheado y envasado al vacío, cecina y lomo embuchado; ternera, pollo y cerdo para congelar en casa fileteados o troceados.
- Pescados y mariscos: salazones de bacalao y atún, conservas de pescado al natural o en aceite de oliva (sardinas, atún o ventresca), conservas de marisco al natural (almejas, mejillones o berberechos); alimentos perecederos como merluza, dorada o salmón para congelar en casa y aumentar su vida útil.
- Lácteos: leche en polvo, leche UHT, yogures esterilizados y quesos curados.
- Grasas, aceites y vinagres: aceite de oliva virgen extra, vinagres.
- Cafés, tés y especias: café, tés, infusiones, sal, azúcar moreno, especias, hierbas, condimentos, levadura.
- Dulces: chocolate negro, cacao puro sin azúcar añadido en polvo.
Sobre los productos perecederos Paula Crespo, presidenta del Colegio de Dietistas y Nutricionistas de la Comunidad Valenciana indica: “A pesar de que es conveniente comprar productos frescos lo menos posible, sí se podrían comprar determinados tipos de hortalizas que aguantan mucho y muy bien el paso del tiempo, como es el caso de la col, la coliflor, la col lombarda, las zanahorias o las cebollas”.
Por otro lado, se descartarían “el brócoli y alimentos como la lechuga o los tomates”. En este sentido, la experta recuerda que, para su conservación es mejor tenerlas fuera de la nevera “que es donde más tiempo aguantan, a diferencia de lo que la gente piensa y hace”.
Otra opción, si se opta por este tipo de productos, es someterlos a tratamientos conservadores para que “aumenten su vida útil”, aconseja Ramo. Algunos ejemplos de estos procesos serían el escaldado, el congelado o el envasado al vacío.
En cuanto a las frutas, Crespo hace una distinción entre las climatéricas y las no climatéricas. “Las primeras son aquellas cuyo proceso de maduración no termina en la recolección y, por tanto, duran menos tiempo en las cocinas”. Aquí se incluirían el plátano, la manzana y la pera, por ejemplo.